miércoles, 6 de agosto de 2014

Punto seguido.

Ahí estaba él, junto a mí. Sólo quería sentir sus labios, tocar su piel, mirar sus ojos, sentir su aroma y decirle que lo esperé por mucho tiempo. Con él no tenía vergüenza, el miedo se había ido… en realidad no, ahora el miedo es mayor porque no quiero pensar en que no lo voy a volver a tener junto a mí.  

lunes, 4 de agosto de 2014

Volver a hundirme en tu piel.

Ahí estaba yo, junto a un tipo que nunca había visto en mi vida. Desde que lo vi supe que tenía que ser mio, no sólo para tener sexo, sino que para compartir la vida un tiempo con él. No sé en qué momento pasó, pero decidí simplemente dejarme llevar. Creo que ahí fue donde cometí el primer error, o quizás no. Antes de conocerle me había hecho una promesa, supuestamente iba a ser sólo un año, pero sin darme cuenta llegué al año ocho meses de abstinencia sexual. Cuando hice mi promesa me dije, no quiero tener más sexo por placer, quiero que la próxima vez sea algo especial donde haya un sentimiento muy lindo. Ahí es en donde fallé, porque lo conocí por primera vez y sin darnos cuentas el sabor del vodka se apoderó de mi sentir. 


Tomé la iniciativa y sus labios besé. Sin darme cuenta, yo estaba semi desnudo junto a él, sentía su aroma a flor de piel, sentía su respiración agitada como nunca, y sus labios pidiéndome que por favor no siguiera, que no quería acabar. Respeté su decisión, y él me llevó a un éxtasis de placer, cerré los ojos y sólo me dejé llevar. Llevar por la lujuria, por el sabor de su piel y sus labios recorriendo mi piel. Quería detener el tiempo, quería hacerlo sentir especial, distinto y que de verdad quería seguir hablando con él. Sin embargo, mi pasión me delató, me traicionó, me llevó al más oscuro callejón de incertidumbre y ansiedad por esta nueva emoción.


Ahora estoy acá, esperando que sus labios me vuelvan a tocar, su piel volver a sentir y de su cuerpo volverme a apoderar. Quiero que conmigo se sienta especial, que por mi calor se deje llevar y de mis besos se vuelva a adueñar. Ven, atrévete a vivir conmigo, a sentir junto a mí, a soñar y construir la historia más hermosa que te puedas imaginar.